Historias
abril 05, 2016
UN DÍA DE OSCURIDAD.
Este fue un día normal, casi
igual a los demás, esos que pasan y a las pocas horas ya uno no se acuerda que
hizo, que almorzó o con quien hablo, ni menos de que hablo con un compañero de
trabajo.
Todo parecía normal, un día
de esos jartos para trabajar donde el
tiempo no pasa rápido y tampoco hay planes para la noche, a pesar de ser un día
viernes, que generalmente, es día de salir con los amigos a la tienda de la esquina por un par de
cervezas o planes de más categoría alcohólica y música a todo volumen.