kalambasadas

Pensamientos cortos, de una vida larga.

Radio Jogoniando

Breaking

agosto 14, 2018

Atrapa sueños







Por: Alcibíades
Deben ser como las 3:00 de la mañana, hay mucho silencio en mi habitación.

Vivo con mi familia en una casa antigua de paredes de adobe gruesas, con cielo falso hecho con esterilla de guadua, repellada con una mezcla de boñiga (estiércol de vaca), con paja, barro y los secretos de los abuelos para hacer de esta mezcla, un material resiste al paso del tiempo.

Por esta razón las habitaciones son prácticamente aisladas totalmente, por eso tengo miedo que aparezca aquel ser que todas las noches amenaza con devorarme o meterse dentro de mí y convertirme en un monstruo sin corazón (algo así como un político).



Es que siempre, todas las noches, a la misma hora lentamente se va acercando, una extraña figura que con sonidos bien raros y con un frio escalofriante, que produce al acercarse, amenaza con saltar por la ventana de madera, cubierta por una cortina blanca que no cubre nada y que mi mamá no ha querido cambiar y dice que con eso basta.
Le dije a mi abuelo, que siempre me escucha y me ayuda a resolver mis aventuras, que estuviera atento cuando yo lo llamara; Dijo que claro, que él lo acabaría y me enseño un extraño aparato que saco de un cofre viejo y misterioso, como reflejo de su cara arrugada y que solo él puede abrir. Esa es una arma con forma de círculo, con una pluma en una esquina, hilos brillantes de plata y con líneas de colores, formando una especie de telaraña, que dijo eran redes espaciales para atrapar sueños y seres de otros mundos, con esa su arma secreta que pocos han visto, prometió exterminar para siempre los peligros que acechan en la noche mi habitación.
Pero, aun no aparece el fantasma de mis noches, temo que, al llamar al abuelo, venga y al no ve aquel horripilante ser, entonces se burle de mí. Seguro que se reirá y dirá que soy un simple cobarde que teme a la oscuridad, cuando eso no es verdad. Además, cuando aparezca, el problema es que el miedo no me deja moverme siquiera y no podre llamarle.
Es el momento puntual de todas las noches, ya se aproxima, lo presiento, pues ya mi cuerpo empieza a entumecerse perdiendo todo movimiento, mi cara se pone muy fría y ese frío no me deja gritar.
Es poco el tiempo que ha pasado y su sombra empiezo a verle subir lentamente por la pared de afuera, lo veo por la rendija que queda debajo de la ventana. Ahora toca la cortina y esta se mueve lentamente, empieza a subir y ya no puedo gritar, es tanto el frío y la fuerza que hago para gritar que lo que consigo es orinarme de a pocos, y el abuelo no aparece. Es muy doloroso este episodio que se ha repetido últimamente todas las noches de todas las semanas. Y que tal que hoy si sea ese día en que logre atravesar la ventana y meterse en mi cuerpo, o destrozarme de un solo zarpazo. ¡Abuelo ayúdame! Si, por fin logre gritar, espero que me escuche y venga con su arma poderosa a llevarse a mi enemigo de todos los días.

Como un rayo de la nada aparece el abuelo, se envuelve en una mortal lucha con aquel ser, abre la ventana, tumba la cortina y cuando cae al suelo le tira el aparato misterioso encima, y le dice:

Artilugio para atrapar monstruos nocturnos.

 -Ya deja en paz a mi nieto porque te va a ir muy mal. Apenas sucede eso, yo puedo levantarme ágil mente de la cama, me acerco y aquel ser ya no está por ningún lado, estuvo a un segundo de pasar por la ventana y apoderarse de mí alma, según dijo el abuelo.

Para asegurarse de que no pudiera regresar mi abuelo realiza un ritual muy bonito, ya no sentía frío, ya no sentía miedo, solo éramos el abuelo y yo, danzando un poco, con un canto raro que los indígenas amazónicos en una ocasión, en uno de sus tantos viajes por la selva le enseñaron. Con un manojo de plumas, ortiga y hojas de eucalipto, me da unos latigazos fríos y finalmente cuelga el famoso atrapa sueños atrás de la ventana, con la promesa de que jamás lo quite de ahí.

Ninguna persona más en la casa se dio cuenta de ese acto heroico y el abuelo me hizo jurarle que no le diría a nadie, de lo que paso aquel día, porque si no regresarían más abominaciones de esos bajos mundos y nos atacarían a todos, ese ha sido nuestro secreto hasta hoy. Desde aquél día no volví a ver ningún ser extraño tratar de entrar en mi habitación, y siempre estoy protegido por el atrapa sueños que es una mezcla entre conocimiento indígena con tecnología extraterrestre.

Pero, todo eso no fue gratis, mi abuelo en su lucha por protegerme, se agoto, se enfermo y a los tres días falleció, tal vez, aun estaba dando la dura batalla por protegerme de esos seres malignos que jamás pudieron hacerme daño, aunque haya muerto cuidándome. FIN.