Tener una cancha pavimentada en el campo se le llama progreso. |
Hace como un año, en julio de 2010,
reunidos en casa de mi mama (Este día mi madre aún se encontraba con nosotros y nosotros con ella) y mi papa, en la vereda de san José, en
Piendamó Cauca, con algunos miembros de la familia y unos vecinos,
mirábamos lo que un día fue una bonita cancha de fútbol, llena de
prado verde, ahora adornado con un alambrado a la mitad y lleno de
pastos de cría de animales, unas matas de plátano y yuca. En un
pasado no tan lejano, la cancha de fútbol no era muy grande pero,
fue testigo en un tiempo de buenos momentos, mas que deportivos,
sociales, por todo lo que significaba a su alrededor.
"Además del precio de ir borrando de la lista de “nuestra vida” a los que se van, el mal llamado progreso trae con sigo problemas, que son tan sutiles que aprendemos a vivir con ellos o sin ellos".
"Además del precio de ir borrando de la lista de “nuestra vida” a los que se van, el mal llamado progreso trae con sigo problemas, que son tan sutiles que aprendemos a vivir con ellos o sin ellos".
Recuerdo la a Rodrigo
Palta bajar a vender sandys, (bolis:agua de colores y sabores
congelada, empacada en bolsas plásticas de unos 20 cm de largo)
congelados, gran novedad en este sitio dónde no había electricidad,
igualmente eran muy conocidos los tamales de “Esneda”, la esposa
de Lauro Fernandez, gran futbolista de hace mas de 20 años; Igual
los tamales de Miriam, los conos del loco de uvales y el famoso
kumis de doña Sixta, mi mamá, muchos otros personajes que se
quedan en el olvido. Bueno son muchas cosas que sucedían alrededor
de la cancha de fútbol, y eso creo sucede hoy día en muchos lugares
del mundo, espacios o excusas sociales.
Hoy en agosto de 2011, el
panorama, ha vuelto a cambiar. Solo queda en el recuerdo; lo que fue
un árbol guayabo, de unos 10 metros de altura, ubicado en “la
huerta” de don Toribio”, y un viejo cafetal al lado norte del
cancha en territorio que perteneciera a Don feliz Urrutia, el abuelo
de muchos de mis primos, que un día nos declaramos los nietos del
gato Felix, entre ellos Rodrigo Palta, el famoso vendedor de sandys,
de años atrás.
El tiempo paso y hoy hay
una cancha de cemento de 30 metros de largo por 17 de ancho, donde
funciona cancha de Basquetbol, voleibol y microfutbol, son las 5:20
de la tarde y hasta las 6:45 pm jugamos un “apostado” de
voleibol, estrenando una maya improvisada pero, muy bonita, que
construimos el día de ayer. La malla es una red plástica de 10
metros de ancho por 1 80 cms de altura, que venden en las
ferreterías, como mayas para invernaderos de tomate o encierro de
pollos, que nosotros la adecuamos con una cuerda plástica de 40 mts
de largo, comprado a 100 pesos el metro.
Alguien de los jugadores
me dice; “Como pasa el tiempo, como hemos progresado”, digo si
pero en ese progreso toca dar de baja en el inventario a nuestros
padres, abuelos, mayores que nos enseñaron algunas costumbre buenas
de vida, a quienes lucharon y trabajaron socialmente en la Junta de
acción comunal o solos, por dejar grandes obras para el sector como;
electricidad, acueducto, la escuela donde aprendí a leer y escribir,
que ya como en tres ocasiones la han reconstruido y otras cosas mas
de cemento y otros progresos materiales que han sustituido a nuestros
muertos.
Vale la pena entonces,
que recordemos rápidamente personajes, que contribuyeron a ese vano
progreso y que ya nadie les recuerda, especialmente aquellas
personas cuya corta edad no supera los 25 años de vida; Manuel
Salvador Calambás, mi Tío el médico y Victor Aranda que líderes
que desde mi punto de vista deberíamos hacerles una estatua en la
escuela, o algo para recordarles y que la nueva camada de jóvenes
sepan que fueron ellos los que trabajaron, por lo que hoy disfrutan
con mucha comodidad. Los mayores; Toribio y Romelia Urrutia, Don
Felix Urrutia y Carmelita Avila, abuelos de casi todo San José;
Julio Velasco y Doña Carmelina, primeros habitantes de estas
tierras; Hay un personaje que quizás pocos recuerdan Benjamin
Fernandez “ Patefierro”, quien nunca usaba guayos para jugar
fútbol; Doña Trina y doña Margarita, Don Eloy Avila, que personaje
quien junto a su hermano Luis pasaron grandes momentos de fiesta,
trago y muchos chistes; Anselma esposa de Manuel salvador quien
termino dolorosamente un poco mal de salud mental; Doña Dolores
esposa de don Marco Tulio, Don Alonso Jimenez, quien desde el trabajo
en la JAC, hizo cosas por la vereda y quien lo conoció evocara las
famosas “moliendas”, Dora Eunise Avila, la promotora de salud
quien además ayudaba a la gente, no solo en cuestiones de salud si
no en llevar una vida digna; Ángel María Palta, de los palta que
hoy residen en Cali Piendamó,pero que se gestaron en San José y
vivían en el lugar donde hubo la primera caseta pública de baile,
en l a esquina de entrada al callejón de donde Felix y Rosa Elena y
por su puesto mi madre; “Doña Sixta” como todos la conocían, y
para los de casa doña Ana Tulia Bernal, claro que a mi ma' en vida
le hicimos merecidos homenajes y en casa se los seguimos haciendo
tal cual ella quería.
Desde aquí es mi deseo hacerle homenaje a
las personas que aun tienen vida para luchar y hacer cosas por la
gente, mi gente; Don Tulio Palta, doña Teresa Avila, doña Bernarda,
mi papá “Eulogio Calambás el Indio”, don Pedro "ochenta" y todos aquellos que en
medio de tantas circunstancias de la vida sobreviven, luchan y día a
día siguen soñando con un mundo mejor en este pequeño parte de
paraíso en el cual convivimos, en la vereda de san José, en el
Municipio de Piendamó,departamento del Cauca.
Hay muchas personas que
son vecinos, cercanos o de mi familia que no menciono por olvido, ese
olvido que no quiero siga sucediendo y afectando nuestro pasado, que
es nuestra raíz. Aquí debo incluir a aquellas personas que han
muerto de forma violenta por uno u otro motivo, y que ninguno de
nosotros debe atreverse a juzgar si su estilo de vida fue correcto o
no, creo que igual fue fruto del maldito progreso, que nos lleva a
aprender cosas nuevas que cambian la cultura propia de cualquier
comunidad, y desaprender los principios idóneos, que tampoco se
hasta donde lo son, para vivir en comunidad. En este gran capitulo
debo incluir a Don Trino Tombe y Raul Tombe, padre e hijo que también
pasaron dejando su huella para la gente, para sus familiares.
Desde Aquí hago un
homenaje a la memoria, por momentos especiales vividos, en comunidad
o grupo familiar, a aquellos personajes que muertos o vivos, se
convierten en los personajes que alegran, divierten, entretienen o
sacan maldiciones de unos cuantos; Eugenio y su tambora; Él Viejo
“Rafico” jugador de bingo, sapo y de toda una vida de trago,
hasta morir de cirrosis; Peregrino, que quizás nadie lo recuerde ya
pero, si estuvo muy cerca de mi familia, “El loco Puro, quien fue
asesinado por el ejercito, con la absurda disculpa de que estamos en
guerra y las equivocaciones de uno cobran la vida de la mas inocente,
peor si es un loco a quien nadie le dolerá su muerte, el bobito de
carpintero quien nos e que fue de su vida hace mas de cinco años, el
bobito José quien aún esta vivo, Transito, la muda ya fallecidas y
el mudo, personajes que sin que nadie sepa mucho de su pasado siempre
han estado ahí en la vida, trabajo, fiestas de este paraíso; Sin
temor a equivocarme Santos “el alcalde” y su hermano Gerardo
“cacha”, que creo también son víctimas de la modernidad, mal
aprendida de la televisión y que hoy ahí están luchando por vivir,
sin querer convertirse en héroes de nadie pero, ojala no los
convirtamos en nuestros payasos nada mas o los malos del paseo, solo
por que nunca nos ponemos en el papel del otro e intentamos
entenderlos y respetarlos. Reciente mente Falleció José Golondrino,
otro personaje quien junto a Catalina son referencia de la vida y
hechos que marcan a una nueva generación.
Además del precio de ir
borrando de la lista de “nuestras vida” a los que se van, el mal
llamado progreso trae con sigo problemas, que son tan sutiles que
aprendemos a vivir con ellos o sin ellos. Dentro de ese listado de
cosas que van cambiando se hace notable, al menos para mi que a veces
tengo buena memoria, como el calor va en aumento lentamente, y
gracias alas fumigaciones y el uso de agro-quimicos en los modernos
cultivos de flores, tomates y otras especies mas, que se realizan
bajo techos plásticos, este lugar se llena por temporadas de algunos
insectos, “plagas” que no eran originarios de este clima, ya toca
dormir con toldillos para escapar del ataque de los zancudos que
antes solo se les veía en el clima caliente de Cali o las selvas de
la costa pacífica. Pero, que importa a estas cosas poco cuidado se
le coloca, cuando hay progreso material, de cemento que a veces digo
que son innecesarios, por eso ruego que no sigan pavimentando mas la
bella carretera llena de piedra, polvo y barro. Si se pavimenta como
sueñan mis vecinos o familiares, aumentara la temperatura, el
efecto invernadero traerá consigo mas bichos que nos harán mas
difícil la vida, pues nuestra débil salud sera contra atacada. Pero
ese es el “sacrifico por el progreso”.
Ya hicimos memoria,
“historia patria” propia de una comunidad, que puede ser la
historia de muchos otros lugares, un homenaje no al progreso si no a
la memoria de lo que fuimos, somos y quien sabe hasta donde podamos
seguir siendo. Perdón a los que leen y no entiende esta historia,
casi privada de un pequeño gran lugar. Perdón por no mencionar
todos los hechos y personas que pueden merecerse y estar contenidos
en una historia como esta, pero, mas adelante podemos volver a
reencontrarnos con un pasado que ha empezado ayer.
Alcibíades Calambás
Bernal
Nacido en el “Resucitado”
Agosto -septiembre de
2011.